ABSTRACT

La teoría de los actos de habla representa un tema interdisciplinario que fue inicialmente estudiado por filósofos del lenguaje, y posteriormente por lingüistas que se enfocan en el significado proposicional de las oraciones (semántica formal). En la actualidad, la teoría de los actos de habla constituye un componente imprescindible en la pragmática, una disciplina de la lingüística que estudia el uso del lenguaje en contexto, a partir de las posibles intenciones del hablante y las inferencias que el oyente saca de lo comunicado. Las primeras ideas de cómo conceptualizamos el lenguaje en la vida diaria fueron propuestas formalmente en 1955 por el filósofo británico John Austin, en una serie de conferencias dictadas en la universidad de Harvard (The William James Lectures) publicadas póstumamente en su obra How to do things with words (1962). Más tarde estas ideas fueron desarrolladas por el filósofo norteamericano John Searle, en su obra Actos de habla (1969) y estudios posteriores. Las ideas de Austin fueron motivadas por filósofos como Frege (1918a, 1918b, 1923), quien hizo referencia al concepto de “fuerza” que se asocia a las aseveraciones y a las preguntas, y Wittgenstein (1958), quien empleó el concepto de los “juegos del lenguaje” (language games) para referirse a unidades comunicativas multifuncionales. Conceptos generales de implicatura conversacional (Grice 1975) y cortesía lingüística (Brown y Levinson 1987) también han influido en nuestro entendimiento de los actos de habla. El término “acto de habla” —por ejemplo, pedir un préstamo, rechazar una invitación, o quejarse— generalmente se emplea para referirse a acciones comunicativas producidas por un hablante e inferidas (y negociadas) por un oyente en situaciones específicas.