ABSTRACT

Aunque la influencia del Imperio romano fue quizás la que tuvo un mayor impacto desde el punto de vista lingüístico, no podemos obviar las civilizaciones que habitaron la península ibérica antes de la llegada de los romanos en el siglo III a. C. Durante el primer milenio antes de Cristo, la Península se dividía en cinco grandes áreas: Levante (costa este), sur de Portugal, norte de la desembocadura del río Tajo (parte central de Portugal), Galicia, Cantabria, Vasconia y Pirineos, y la meseta central.