ABSTRACT

El castillo-convento permaneció en poder de los Templarios hasta la extinción de la orden en la primera década del siglo XIV. Una vez disuelto el Temple, la mayoría de sus posesiones en el reino de Valencia pasó a la nueva orden de Montesa. La comunidad islámica, vivió en su poblado y cultivó las tierras hasta su definitiva expulsión en el año 1609. También parece que a partir de esta época la original fortaleza hispano-musulmana, sin más valor estratégico-militar después de la conquista, ya no se habitó de un modo estable.