ABSTRACT

A lo largo de la historia, el lenguaje ha sido objeto de estudio en relación con el comportamiento del ser humano. Sin embargo, es a principios del siglo XIX cuando el fisiólogo Franz Joseph Gall consigue identificar diferentes zonas del cerebro que poseen funciones concretas y que se encuentran vinculadas al comportamiento humano. Con este descubrimiento se dan los primeros pasos en firme para localizar áreas concretas del cerebro que articulan tanto la comprensión como la producción del lenguaje.