ABSTRACT

El hambre extrema limita la vida. Destruye la salud,

disminuye la productividad, provoca una reducción de

la capacidad de aprendizaje, se adueña de la

esperanza, de las ilusiones y del bienestar general de

quienes la padecen. La falta de alimento retrasa el

crecimiento, mina las energías y entorpece la

formación del feto. La lucha que libran

constantemente las personas afectadas por el hambre

para conseguir alimentos consume un tiempo y una

energía muy valiosos, lo que reduce las posibilidades

de que estas personas reciban educación y encuentren

fuentes de ingresos alternativas.