ABSTRACT

Pero, de nuevo, observamos grandes diferencias entre los países ricos y los pobres. En los países más pobres y con mayor inseguridad alimentaria (países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, PBIDA) la esperanza de vida de hombres y mujeres sigue siendo inferior a los 50 años, como consecuencia de la escasez prolongada de alimentos, enfermedades, conflictos armados y un acceso desigual a la asistencia médica de calidad. Además, en el proceso de transición nutricional actual se combinan el hecho de tener mayor cantidad de alimentos de mala calidad al alcance y tasas de sobrepeso cada vez más altas, y todo esto con una prevalencia elevada y continua de la insuficiencia ponderal. Y, lo que es más importante, una persona que ha sufrido desnutrición en el vientre de su madre corre mucho más riesgo de presentar sobrealimentación en el futuro. Un estudio elaborado en China demostró que uno de cada cinco niños que tenían sobrepeso antes de los 9 años de edad había padecido un retraso del crecimiento como resultado del hambre crónica experimentada en sus primeros años de vida (Banco Mundial, 2006).