ABSTRACT

La Revolución Cubana, entendida como fenómeno histórico, temporalmente delimitado entre los años 50 y 70 del pasado siglo, ofrece una trama propicia para pensar el proceso de legitimación simbólica de un nuevo orden sociopolítico y el papel de los discursos históricos y literarios en el mismo. A diferencia de otras revoluciones socialistas, como la rusa o la china, la cubana tuvo una primera fase liberal-democrática, lo suficientemente extensa-entre 1952 y 1960-, como para dividir el proceso de construcción de la nueva legitimidad en dos tiempos. El primero correspondería a la oposición pacífica o violenta a la dictadura de Fulgencio Batista y el segundo a la prolongada edificación, entre 1961 y 1976, del sistema institucional socialista.