ABSTRACT

Hace siglos que la figura de don Juan encarna uno de los mitos más fundamentales y duraderos, no sólo de la cultura española, sino de la de toda Europa. Uno de los don Juanes más conocidos por el público español aparece en el siglo diecisiete en la comedia El burlador de Sevilla atribuida al mercedario Fray Gabriel Téllez, popularmente conocido por Tirso de Molina. Pero el don Juan que sale con más frecuencia al escenario en España no es aquel burlador del Siglo de Oro, sino el Don Juan Tenorio de José Zorilla, dramaturgo romántico del siglo diecinueve. Esta obra decimonónica dista mucho de ser la única reencarnación de esa figura. Son muchas las obras que tratan el mito a lo largo de la historia cultural del occidente. Entre los escritores y compositores eminentes que han incorporado a don Juan en sus obras están Molière, Goldoni, Byron, Shaw, Pushkin y hasta Leopoldo Alas “Clarín” autor de la novela más celebrada del siglo diecinueve español, La Regenta. Más famosa aún es la opera de Mozart, Don Giovanni. Pero el mito de don Juan ha llegado a figurar también en la conciencia popular y no solamente en España. Sin embargo hay que subrayar cómo el Don Juan del mito popular poco tiene que ver con el personaje creado por Tirso. A lo largo de los años don Juan ha experimentado un largo proceso de evolución: desde el burlador inmoral, obsesionado por la caza de su presa, la mujer del siglo diecisiete cuyo honor está siempre en peligro de perderse, hasta la aceptación popular del esta figura que lo convierte en una especie de Casanova, es decir el paragdigma del héroe y amante romántico. Se podría decir que esta versión romántica de don Juan refleja una tendencia por parte de algunos a romantizar ciertos aspectos de la cultura española, ocultando así otras facetas algo incómodas. Esta tendencia, que pervive más que nada en el extranjero, se deja ver claramente en obras como Carmen del francés Bizet, o el Bolero de Ravel.