ABSTRACT

El lenguaje idiomático se manifiesta en la lengua en numerosas situaciones comunicativas y, pese a su cotidianidad, resulta difícil delimitar con exactitud su campo de actuación. Su uso, que a menudo presenta significados figurados o de carácter metafórico, puede variar tanto en el registro como en relación con una tipología textual concreta. De ahí que lo podamos encontrar en una fórmula rutinaria propia de la cortesía verbal, “¡Buen provecho!”; un titular periodístico, “La banca cierra el grifo del crédito a las familias” ( El País , 2/03/2011); por alusión, como parte de un eslogan publicitario, “Hoteles Meliá de mar. El mar en tus manos”; o incluso en los lenguajes especializados, como sucede, por ejemplo, en el ámbito académico o en los textos científico-técnicos, “Las conclusiones del estudio arrojan luz sobre el tratamiento de la diabetes”.