ABSTRACT

La gramática funcional concibe el lenguaje fundamentalmente como un sistema de comunicación. Desde esta perspectiva, el lenguaje es un fenómeno social que se crea en la interacción entre los individuos de una comunidad. La gramática emerge del uso lingüístico y está motivada por patrones cognitivos y discursivos tales como el ensamblaje de la información, la iconicidad (relaciones unívocas entre forma y función) y la economía. La sintaxis no es autónoma; las construcciones gramaticales contienen información fonológica, morfosintáctica y semántico-pragmática. La oposición estructuralista langue (el sistema, el código) y parole (el uso concreto de la lengua) se difumina; gramática y uso están estrechamente relacionados y aquella surge de la experiencia del hablante con la lengua (Bybee 2010). Por este motivo, la frecuencia de las formas lingüísticas así como sus contextos de uso desempeñan un papel central en la convencionalización de las estructuras gramaticales.