ABSTRACT

El carácter de una teoría lingüística lo establece en gran medida el aspecto o propiedad que antepone a los demás como especialmente caracterizador de su objeto de estudio. En el caso particular de la gramática generativa la propiedad que tradicionalmente ha ocupado tal posición ha sido el carácter creativo del uso del lenguaje, es decir, el hecho de que el número de frases u oraciones que es posible componer en cualquier lengua resulta ser infinito. De ahí que, de manera algo más técnica, se haya fijado la denominación de “infinitud discreta” para hacer referencia a dicha propiedad: da a entender, por un lado, que cualquier expresión lingüística se compone de un número determinado de piezas diferenciables las unas de las otras, todas ellas tomadas de un inventario estable y en mayor o menor medida común a los miembros de una comunidad de habla; por otro lado, y crucialmente, que el número de expresiones que resulta así posible componer no conoce límite numérico. Se sigue de lo anterior, además, que el número máximo de unidades que tienen cabida en una expresión lingüística en particular tampoco está fijado de ningún modo.