ABSTRACT

El acento es la prominencia de una sílaba con respecto a otras sílabas dentro de ciertos dominios fonológicos. Así, por ejemplo, al oír la palabra amigos se perciben tres sílabas ([a], [mi], [ɣos]), siendo la penúltima la portadora del acento: [a.ˈmi.ɣos]. Desde el punto de vista fonético, el acento es un fenómeno complejo porque tiene varios correlatos acústicos que no siempre convergen (Quilis 1971); la frecuencia fundamental, la duración y la intensidad permiten que ciertas sílabas se perciban como acentuadas, pero la contribución que hace cada uno de estos parámetros varía considerablemente según el contexto (Ortega-Llebaria y Prieto 2011). En las secciones subsiguientes veremos que, fonológicamente, el acento también muestra gran complejidad porque opera en múltiples niveles, sirve diversas funciones y puede estar condicionado de modo impredecible por la morfología.