ABSTRACT

Antes de entrar en la descripción de las consonantes hispánicas estimamos conveniente presentar ciertos datos y suposiciones que guiarán nuestro análisis. La pronunciación de toda consonante consiste en hacer gestos (normalmente inconscientes) utilizando ciertas partes del aparato fonador denominadas articuladores móviles. Por gesto se entiende precisamente el movimiento de un articulador móvil. Ejemplos de articulador móvil son la lengua y los labios. Los gestos bucales se hacen en la boca con uno o los dos labios y con la lengua. Los gestos vélicos se hacen con el velo o parte móvil del paladar blando, y son dos: con el velo descendido el aire espirado pasa a la cavidad nasal para los fonos nasales; con el velo alzado de modo que toque la pared faríngea, el aire espirado pasa únicamente a la cavidad bucal para los fonos orales. Hay también gestos laríngeos. Los que nos interesan para el consonantismo hispánico son el juntar las cuerdas vocales de manera que vibren, resultando una consonante sonora, y el acercarlas sin vibrar creándose una glotis estrecha, resultando una consonante sorda.