ABSTRACT

El análisis fonémico clásico (estructuralista) tiene tres objetivos principales: a) determinar el inventario de fonemas de una lengua, un proceso conocido como fonemización; b) identificar las variantes alofónicas de cada fonema; y c) establecer las restricciones fonotácticas que rigen las combinaciones de fonemas (Lass 1984: 21). La manera de cumplir estos objetivos puede variar considerablemente según los postulados teóricos y metodológicos particulares con los que un determinado autor o escuela lingüística se enfrenta al estudio de un sistema fonológico. Podemos distinguir dos perspectivas generales, correspondientes a las dos escuelas estructuralistas principales: por un lado, la europea, y en particular la que parte de la Escuela de Praga, que ha tenido una enorme infuencia en los estudios de fonología del español en el mundo hispanohablante, y que todavía mantiene una cierta vigencia en la actualidad; por otro, la tradición americana establecida por Bloomfeld y sus seguidores, en la que podrían incluirse también ciertos aspectos del análisis fonémico de la escuela inglesa de Jones y sus colaboradores.