ABSTRACT

Constanza de Castilla pertenece al periodo histórico de Leonor López de Córdoba. Nieta de Pedro I (1334–1369), 1 su ingreso en el convento de Santo Domingo el Real de Madrid está directamente relacionado con el reinado de este monarca y con la guerra civil castellana del siglo XIV. La vida sentimental de Pedro I, al igual que la del padre de éste, Alfonso XI, estuvo marcada por la infidelidad; 2 de hecho, la fratricida guerra civil que sufrió el reino se debió al desafío presentado a la Corona castellana por Enrique II de Trastámara, hijo de la ilícita relación entre Alfonso XI y Leonor de Guzmán (Mary Elizabeth Baldridge 20). 3 En 1352, la disputa por la Corona del reino de Castilla provocó el enfrentamiento bélico entre los dos medio-hermanos, enfrentamiento que acabó con el asesinato del monarca legítimo (Pedro I), el exilio de su familia a Inglaterra y la subida al trono del rey bastardo (Enrique II). Esta guerra civil dividió a la sociedad castellana y la nueva dinastía desplazó políticamente y expropió de sus posesiones a la nobleza leal al rey derrotado. 4 En 1388, el matrimonio entre Enrique III (1379–1406), nieto del rey vencedor e hijo de Juan I (1358–1390) y Juana de Castilla, con Catalina de Lancaster, nieta de Pedro I e hija de Constanza (primera en la línea sucesoria de su padre) y Juan de Gante, duque de Lancaster, abrió el camino al restablecimiento de la unidad entre ambos bandos. Este matrimonio, sin embargo, no alivió la desconfianza de los Trastámara, quienes en 1386 exigieron el retorno y encarcelamiento en Soria del príncipe Juan —hijo del efímero matrimonio en 1354 de Pedro I y Juana de Castro y único varón descendiente directo de este monarca, aunque cuarto en la línea sucesoria—. En prisión don Juan contrajo matrimonio con Elvira de Falces, hija de su carcelero, y con ella tuvo dos hijos, Constanza (¿?–1475) y Pedro (1396–1461) (Balbridge 27–33). 5 Catalina de Lancaster, una vez en el trono de Castilla, se hizo responsable de la seguridad y el bienestar de los descendientes de su abuelo y, como recuerda Alonso Getino, tras la muerte de don Juan, la reina intervino para impedir el arresto de sus primos que había ordenado su propio esposo (citado en Balbridge 34). La entrada de Constanza y de su hermano Pedro en la vida religiosa fue parte de ese interés personal (y político) de la reina consorte de proteger a sus familiares más directos y a sus descendientes. 6