ABSTRACT

En trabajos anteriores he observado ciertos aspectos emblemáticos del teatro y la poesía de Cervantes, y en el Quijote. 1 He de advertir de nuevo dos limitaciones de mi comentario presente: la primera es que, teniendo en cuenta la relación constante desde la imagen a la palabra y viceversa, 2 sólo procede examinar cómo el emblema en su conjunto influye o se rastrea ‘como forma de pensamiento o estructura artística’, poniendo por ‘delante de cualquier consideración de orígenes y fuentes el sistema conceptual operativo de los emblemas’. 3 La segunda es que, debido a la abundancia de repertorios, la multiplicidad de las fuentes y la calidad mostrenca de estos materiales, se hace imposible en la mayoría de los casos determinar genéticamente un determinado uso. Añádase que a menudo no quedará claro si un motivo se relaciona con el mundo emblemático o simplemente es una referencia (mitológica, erudita, fabulística, zoológica) que encuentra otras correspondientes en los libros de emblemas. Numerosas menciones aparecen lexicalizadas, sin mucha conexión con dimensiones visuales propiamente emblemáticas, como sucede con repetidas citas del laurel o la palma como signos de victoria o excelencia.