ABSTRACT

El estudio de la relación que vincula el lenguaje con las emociones, en el marco de la Lingüística, el Análisis del discurso y la Teoría de la argumentación, ha despertado gran interés en las últimas décadas. Las emociones (término utilizado aquí para abarcar los afectos, las pasiones, los sentimientos y los estados de ánimo) son abordadas desde una perspectiva discursiva; esta sostiene que las emociones se despliegan en un marco de racionalidad y constituyen una parte integral de la comunicación humana y pueden ser leídas o inferidas a partir de la actividad verbal o de otros medios de expresión.La comunicación explícita o implícita de las emociones en el discurso, y en las interacciones, ha sido estudiada desde diferentes líneas del Análisis del discurso (Plantin 1998; Amossy 2000; Puig 2008; Plantin y Gutiérrez Vidrio 2009; Charaudeau 2011; Plantin 2011/2014; Arnoux y di Stefano 2018; Alba-Juez y Mackenzie 2019a; Santibáñez 2020). El acercamiento a las emociones desde una perspectiva discursiva proviene de un campo específico que no puede ser confundido ni con la Psicología, ya sea de corte social o construccionista, ni con la Sociología interaccionista o interpretativa, aunque para explicar ciertos fenómenos extradiscursivos se recurra a ellas.