ABSTRACT

Durante décadas, el capitalismo financiero ha tenido como objetivo facilitar el flujo sin trabas de capital, materias primas, información y bienes a lo largo de la superficie del globo, mientras que cuidadosamente se instrumentalizaban las fronteras para controlar el movimiento de los trabajadores. Como consecuencia, al mismo tiempo que los profesionales internacionales disfrutan de un acceso privilegiado a cadenas de suministro, mercados y espacios geográficamente dispares, los trabajadores migrantes se ven forzados a desplazarse en busca de oportunidades económicas y políticas bajo el control y la esmerada vigilancia del estado. Estas realidades paralelas están íntimamente entrelazadas —la una depende de la otra— y las conexiones entre ellas se revelan a través del Análisis crítico del discurso.