ABSTRACT

Introducción

En este capítulo se investigan las relaciones que hubo, en la península ibérica, entre la lengua escrita y el habla durante los ocho siglos que se extienden entre los años finales del imperio romano occidental y los primeros textos intencionadamente escritos de la manera novedosa que se llama ahora “el romance”. El habla siguió evolucionando, de la manera normal, en todos sus aspectos, fonéticos, morfológicos, sintácticos, semánticos y léxicos, pero los detalles de la escritura, enseñados en la formación de los escribas, quedaron inalterados en lo esencial. Sin embargo, aunque el habla y la escritura seguían apartándose cada vez más por esta razón, en la península ibérica todavía, según parece, creían tener una sola lengua, la lengua latina. Los filólogos modernos, por otro lado, han preferido a menudo vislumbrar aquí la coexistencia de dos lenguas distintas: la lengua latina, evidenciada en los textos que sobreviven de aquella época, y la lengua hablada romance, deducida y reconstruida sobre la base de la que vemos atestiguada en los textos vernáculos del siglo XIII. Pero se puede también sugerir que los hablantes de aquella época tuvieran razón al concebir el habla y la escritura como dos modalidades de la misma lengua durante esta época, igual que pasa hoy día en otros contextos alfabetizados.