ABSTRACT

La cuestión racial en las primeras décadas de República en Cuba es uno de los temas que más literatura ha generado en los últimos años. A la numerosa población negra existente en la isla, fruto de la tardía abolición de la esclavitud (1886), se suma su participación en las guerras de independencia. Esclavos y ex esclavos fueron llamados a participar bajo la promesa de la libertad en las primeras—la de los Diez Años y la Guerra Chiquita—y de la ciudadanía en la última—1895–98 (Ferrer, 1999)—llamamiento que abrió la posibilidad de la incorporación de los afrocubanos a la nueva nación en ciernes, y de su incorporación en igualdad de condiciones (al menos desde el punto de vista teórico). Las leyes lo corroboran. Cuba promulgó el sufragio universal y vio surgir una nación transracial, lo cual la diferenció de otras zonas como Louisiana, donde la privación y la segregación racial fueron instrumentadas desde el Estado (Scott, 2005).