ABSTRACT

Introducción

Gracias a los avances en las nuevas tecnologías y, en particular, a la ubicuidad y accesibilidad de Internet, existe en la actualidad un aumento exponencial en la enseñanza de idiomas a través de contextos virtuales (Bárcena y Martín-Monje 2015). Desde los MOOC (massive open online courses), a los sistemas de gestión de aprendizaje, como Blackboard o Moodle, y las comunidades de aprendizaje que surgen en torno a las redes sociales, o de manera temática, se puede decir que Internet ha proporcionado nuevos niveles de accesibilidad al aprendizaje del español como lengua segunda (L2). Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que se produce un aprendizaje eficaz en este tipo de entornos? El objetivo de este capítulo es responder a esta pregunta mediante la descripción de diferentes tipos de contextos virtuales de aprendizaje. A partir de ejemplos concretos, se explica cómo los alumnos y los profesores pueden sacar partido y hacer uso de estos contextos. Además, a partir de los principios de las teorías del conectivismo (Siemens 2004) y del aprendizaje conectado (Ito et al. 2013), se ofrece una posible hoja de ruta para que los profesores puedan incorporar con éxito los entornos virtuales de aprendizaje en sus clases.

Thanks to advances in new technologies and in particular to the Internet’s ubiquitous and accessible nature, the offerings available for Spanish language teaching through virtual environments (Bárcena y Martín-Monje 2015) are currently experiencing an exponential growth. From MOOC (massive open online courses) to learning management systems, like Blackboard or Moodle, or learning communities tied to social networks or specific purposes, the Internet has provided new levels of accessibility to L2 Spanish language learning. But, how can we ensure that effective learning takes place in this type of virtual environment? The goal of this chapter is to answer this question by describing different types of virtual learning environments, as well as analyzing concrete examples of how these can be used by students and educators. Also, it provides a possible road map for those who may want to successfully incorporate virtual learning environments into their teaching following the theoretical principles of connectivism (Siemens 2004) and connected learning (Ito et al. 2013).