ABSTRACT

Introducción<xref ref-type="fn" rid="fn41_1"> <sup>1</sup> </xref>

El aprendizaje de una segunda lengua (L2) no se produce de manera objetiva (Elliot 2007), puesto que se ve condicionado por las experiencias y el perfil de cada estudiante. Depende además de un proceso de implicación activa por parte del aprendiz, por lo que tampoco puede transmitirse (Wells 2010), sino que tiene que ser construido. Por estos motivos, el uso de la literatura en el aula en vez de dirigirse a la consecución de conocimientos específicos, debe entenderse como un proceso pedagógico a través del cual cada alumno tiene la oportunidad de desarrollar su imaginación, reflexionar de manera autónoma y alcanzar sus propias conclusiones críticas. Si bien resulta difícil establecer un modelo de metodología concreto para trabajar la literatura en la clase de español L2, sí es posible destacar el rol esencial del lector y crear estrategias que permitan a los estudiantes tanto desarrollar su literacidad como establecer un diálogo crítico para fomentar el aprendizaje colaborativo en el aula. De acuerdo con estas consideraciones y siguiendo la línea de Kucer (2009), Torell (2001), Nance (2010) y Lacorte (2013, 2015), el objetivo de este capítulo es proponer un enfoque para el uso de la literatura en la enseñanza de la lengua fundamentado en el desarrollo de la competencia literaria en base a tres dimensiones claves: en primer lugar, la dimensión personal y cognitiva; en segundo lugar, la dimensión conceptual para el desarrollo de los conocimientos lingüísticos y literarios; y en tercer y último lugar la dimensión estética y sociocultural. Mediante la consideración de estos componentes, el profesor será capaz de integrar el uso de la literatura en la enseñanza de la lengua teniendo en cuenta el contexto de aprendizaje y prestando también atención a las necesidades de los estudiantes.

The process of learning a second language does not occur in an objective way (Elliot 2007) since it is conditioned by the experiences and the profile of each student. Likewise, it cannot be transmitted (Wells 2010) since it depends on a process of active involvement. For these reasons, the use of literature in the classroom should not pursue the achievement of specific knowledge; instead, it should be understood as a pedagogical process through which students have the opportunity to develop their imaginations, think for themselves and reach their own critical conclusions. Although it is difficult to establish a specific methodology to work with literature in the Spanish language class, 629it is possible to emphasize the essential role of the readers and provide them with strategies to go beyond reading comprehension of the text. The implementation of these strategies will allow readers to develop literacy and promote critical conversations to foster collaborative learning in the classroom. According to these considerations and in line with Kucer (2009), Torell (2001), Nance (2010) and Lacorte (2013, 2015), the goal of this chapter is to propose an approach to the use of literature in language teaching grounded in the development of literary competence. This approach comprises three key dimensions: first, the constitutional and cognitive dimension; second, the performance dimension related to linguistic and literary knowledge; and third, the sociocultural and aesthetic dimension. By considering these dimensions, teachers will be able to integrate the use of literature in language teaching, taking into account the learning context and the needs of the students.