ABSTRACT

El interés por la cortesía lingüística surge a partir del ensayo de Brown y Levinson, “Universals in language usage: politeness phenomena” (1978) y su posterior revisión y ampliación como libro, Politeness. Some universals in language usage (1987). Desde entonces se han llevado a cabo innumerables estudios teóricos y/o empíricos sobre la materia basados en diversas lenguas y culturas. Esto ha llevado a que la cortesía lingüística, ya en la década de los noventa, fuera considerada como una de las subdisciplinas de la pragmática con más vitalidad (Thomas 1995). Dicha aseveración sigue estando aún al corriente, máxime si se toma en cuenta el caudal de estudios sobre la descortesía que el trabajo de Culpeper “Towards an anatomy of impoliteness” (1996) ha suscitado (veáse, por ejemplo, Orletti y Mariottini 2010 con respecto a estudios realizados sobre el español y variedades de dicho idioma).