ABSTRACT

En 2013 casi 20 millones de personas estudiaban español en el mundo. Solo en Estados Unidos hay ya cerca de 8 millones de estudiantes de español y en Europa superan los 5 millones, repartidos por 38 países (Instituto Cervantes 2013). El valor económico del idioma es innegable: se estima que el 15 % del PIB del estado español se vincula a la lengua, ya sea como producto de mercado (enseñanza del idioma), como soporte para las industrias de creación y comunicación o como idioma de los negocios. Todas las previsiones señalan un aumento de hablantes de español (nativos y no nativos), por lo que el futuro de su enseñanza es sin duda prometedor. Al mismo tiempo abundan los retos: existe una escasez de profesores con sólidos conocimientos lingüísticos y pedagógicos, así como de métodos actualizados y adaptados a la diversidad de los alumnos y a las grandes diferencias entre contextos de aprendizaje.