ABSTRACT

En las últimas dos décadas, se ha desarrollado lo que podríamos llamar una intensificación de la conciencia de los diferentes papeles de la lengua española. Se han hecho observaciones sobre su papel como vehículo de conocimiento científico, como herramienta de educación, como bien económico, como artefacto cultural y como instrumento político. En cualquiera de estas facetas podemos observar que, si bien la lengua escrita, en papel o en forma digital, ha dejado y continúa dejando innumerables muestras de actividad que han llegado y llegan a decenas de millones de lectores, son la radio y la televisión en español las que en el siglo xxi captan la atención de todo tipo de audiencias, ya sea por medio de los tradicionales aparatos de radio y televisión o a través de la radio y televisión accesibles por medio de Internet. La inmediatez de lo oral, en el caso de la radio, y de lo oral en combinación con lo visual, en el caso de la televisión, convierten a estos medios de comunicación de masas en eficaces vehículos de las industrias culturales. El sonido y la imagen, que cada vez más son elementos primordiales dentro de estas industrias, proporcionan a la lengua un púlpito en el que puede ser usada, escuchada, observada, enseñada e imitada. Esta facilidad de difusión y acceso a la lengua española es única dentro de su historia.