ABSTRACT

El término locución hace referencia a estructuras sintagmáticas más o menos fijas cuyo comportamiento semántico y pragmático es asimilable al de un lexema. Dicho de otro modo, aunque formalmente una locución constituye una agrupación de palabras, su funcionamiento lingüístico y discursivo es unitario y equivalente al de un solo lexema. Las palabras constituyentes de la locución no actúan de un modo independiente, sino que todas juntas originan un significado holístico global. Este significado, por tanto, no es computable desde una mera suma de los significados de los componentes de la locución. Por ejemplo, la locución a trancas y barrancas significa “con grandes dificultades” (Diccionario fraseológico documentado del español actual, en adelante DFDEA), pero la contribución de los elementos léxicos tranca y barranca —ambos en su forma plural— a la generación del significado en cuestión no resulta nada clara en sincronía. La fijación formal, a su vez, impide modificaciones morfosintácticas habituales (como, por ejemplo, uso del singular) sin que el significado global se vea afectado.