ABSTRACT

La definición más popular de morfema es quizás la de Hockett (1958): un morfema es, dentro de un enunciado, el elemento más pequeño con significado propio. Así, la raíz fin que se encuentra en palabras como finalidad no se puede reducir a unidades más pequeñas, como fi y n o f e in, ya que no tendrían ningún significado. La palabra delfín, aunque contenga una secuencia [fín], no contiene un morfema -fin ya que no tiene un significado asociable al de fin y tampoco se puede relacionar con la terminación de una palabra como serafín. Además, la secuencia del-, aunque se pueda encontrar en palabras como delgado, no tiene un significado aislable ni, por supuesto, compartido. Tenemos que concluir que delfín no se puede segmentar en unidades más pequeñas; por lo tanto, constituye un solo morfema. En cambio, la palabra inventor contiene dos morfemas distintos, una raíz invent- (que se encuentra también en el verbo inventar o en el nombre invento) y un sufijo derivativo -or (que se encuentra en otras palabras, como delator o revisor). Nótese que, contrariamente a la raíz fin, que coincide con la palabra fin, la raíz invent- no puede constituir una palabra por si sola; siempre necesita un sufijo de algún tipo.