ABSTRACT

La obra de George Lillo, The London Merchant constituyó un gran éxito en el Londres teatral de 1731, 1 aunque su calidad artística no fuera unánimamente aclamada. Los principales defectos que se le imputaban eran el que sus personajes fueran de humilde condición, condición supuestamente inadecuada para la escena, y el que su pathos dramático causara con frecuencia un excesivo derramamiento de lágrimas en el público de la época. Sea como fuera, los sucesivos ataques a la obra y las correspondientes defensas, tan vehementes los unos como las otras, se sucedieron a lo largo de dos siglos, lo cual es una buena prueba de que constituy? un importante impacto en la sensibilidad dramáticoteatral a partir de la fecha de su estreno. De ahí que su influencia en el teatro francés de la época fuera tan importante y que los dramas de autores como Diderot, Mercier, etc. reflejaran el nuevo espíritu dramático introducido en la escena dieciochesca por el inglés Lillo. Pero no es de esto de lo que nos interesa hablar aquí ahora, sino de cómo la influencia de Lillo en Francia se dejó sentir en el teatro español de la segunda mitad del siglo. 2