ABSTRACT

En 1873 se publica en Barcelona el primer facsímile de las ediciones princeps del Quijote. Se trataba, según afirmación de su inventor, el coronel D. Francisco López Fabra, de la primera obra reproducida en el mundo por la foto-tipografía, y como observara Rius su aparición constituyó ‘un acontecimiento bibliográfico y tipográfico […] que vino a prestar poderoso apoyo a las ciencias, a las letras y a las artes’, y por la que López Fabra fue reconocido como ‘benemérito de la patria’. 2 La impresión de ambas partes—que duró dos años—estuvo limitada a 1605 ejemplares para España y mil para las demás naciones, y ‘se inauguró de un modo solemne con la sesión celebrada exclusivamente para este acto por el Ateneo Barcelonés y la Academia de Buenas Letras de Barcelona’. Concluida la misma, y para darle más valor, ‘se inutilizaron las planchas de estampación en otra solemne sesión […]’. 3