ABSTRACT

Para el estudio de la comunicación electrónica partimos de los cuatro aspectos clave que propone Hafner (2021) que desarrollamos en subapartados; añadimos los títulos del subapartado en cada aspecto:

cuando hablamos de comunicación electrónica, nos referimos a las interacciones y textos mediados por dispositivos conectados a Internet, bien sean ordenadores, tabletas, consolas, teléfonos o televisores inteligentes; el título de este subapartado es: “Rasgos del discurso electrónico o digital”;

no solo estudiamos el discurso, cada vez más multimodal y multilingüe gracias a un conjunto de prácticas discursivas y semióticas, sino también las prácticas sociales asociadas a él, como mantener relaciones o representar identidades sociales determinadas; el título propuesto para este subapartado es: “Prácticas sociales asociadas al discurso electrónico: mantener relaciones o representar identidades sociales determinadas”;

cada vez hay más interés en las prácticas discursivas que enlazan y transcienden el mundo digital, que crean una conexión entre el mundo en línea y el físico y entre ámbitos de interacción locales y globales (glocales); el título escogido es: “Relaciones entre el entorno digital y el físico”;

el estudio de la comunicación electrónica también va más allá de las prácticas discursivas para examinar la representación metadiscursiva de estas prácticas, como, por ejemplo, el debate generado sobre la degradación de la lengua a raíz del auge de los textos digitales; el título de este subapartado: “La representación metadiscursiva de las prácticas discursivas por la red”.

Asimismo, para entender el discurso electrónico, hay que tener en cuenta otros temas cruciales que condicionan la comunicación que entablamos mediante dispositivos conectados a Internet como:

las prestaciones de los medios técnicos de comunicación y que estos evolucionan (Androutsopoulos, 2011; Mattos et al., 2019) (para una explicación de la evolución de los géneros, véase Shepherd y Watters, 1998). En otras palabras, hablaríamos de una comunicación electrónica dinámica en las aplicaciones con herramientas de comunicación que permiten ciertas prestaciones que evolucionan con el tiempo, por lo que las interacciones en el mismo medio pueden presentar características diferentes dependiendo de cuándo se hayan llevado a cabo. Un caso llamativo es el hecho de que a partir de 2010 las aplicaciones de mensajería actuales incluyen baterías de elementos gráficos como los emojis, lo que promueve que estos se hayan apoderado poco a poco del paisaje conversacional, sobre todo, en comparación con los datos obtenidos antes de su incorporación masiva a los dispositivos. En el corpus de mensajería instantánea de Baron (2008), en 11.718 palabras solo se encontraron 49 emoticonos, dato que contrasta con la afluencia de emojis en WhatsApp de Pérez-Sabater (2023) donde el 26 % de los mensajes grupales están formados únicamente por emojis. No obstante, la relación entre las prestaciones de un medio técnico y las innovaciones en las interacciones debe aceptarse con cierta cautela para evitar, en la medida de lo posible, un determinismo tecnológico simplista, dado que los usos que hacemos de las innovaciones tecnológicas están condicionados, en última instancia, por procesos sociales e históricos más amplios y complejos (Montero-Fleta et al., 2009). En esta línea, también rechazando un determinismo tecnológico sin más, Lorenzo-Dus et al. (2011) consideran que las posibilidades comunicativas polilógicas de un medio (en lugar de diádicas) desempeñan un papel importante en la comunicación digital. Otras publicaciones han comparado las interacciones entre parejas y los mensajes enviados a colectivos, obteniendo resultados diferentes dependiendo del tipo de comunicación entablada (Baron, 2008; Pérez-Sabater, 2023; Vásquez, 2022).

la capacidad y las habilidades del usuario de hacer uso de las prestaciones del medio de comunicación (Hafner, 2021). Un ejemplo de las habilidades del usuario sería el caso de los emoticonos, que se construyen mediante la combinación de signos de puntuación y no están almacenados en la aplicación de mensajería que usemos. Esto, sin duda, limita su repercusión y su uso, normal-mente circunscrito a interacciones en el ámbito de la ingeniería (Pérez-Sabater, 2019), mientras que los emojis, almacenados en el dispositivo electrónico, son relativamente sencillos de utilizar y, por tanto, se insertan con más asiduidad.

que el uso de la lengua en la comunicación electrónica depende del contexto social, es decir, de quiénes son los participantes en la comunicación, con qué fines se interactúa, qué tipo de relaciones se quieren establecer y si se tienen en el mundo físico y qué tipo de identidades se quieren crear y mostrar (Hafner, 2021). Las reglas de uso de cada participante y grupo dependen de cada individuo y grupo o comunidad de interacción (Hafner, 2021; Murray, 2000). En definitiva, la comunicación por Internet actual todavía depende de lo que Yates y Orlikowski indicaron en 1993, de las posibilidades de comunicación que ofrece el medio y de las características del grupo.

Teniendo en cuenta las limitaciones y las prestaciones de las herramientas de comunicación y que el contexto social de interacción juega un papel decisivo en el discurso electrónico, en este apartado procederemos a ver con detalle cuáles son sus características lingüísticas desde los comienzos de su estudio hasta la actualidad. No hay duda de que estos análisis iniciales, que trataban exclusivamente la estructura de la comunicación por la red, tendían a enfoques posiblemente demasiado sencillos, aun así, creemos conveniente repasar su lista de características porque son rasgos que, en muchos casos, provienen del discurso oral y convierten a las comunicaciones por la red en un ejemplo paradigmático de la tendencia hacia la informalización y la coloquialización del discurso escrito actual (Montero-Fleta et al., 2010; Pérez-Sabater et al., 2008). Analizaremos los retos del estudio del discurso multimodal y multilingüe y las identidades y funciones asociadas a las estrategias utilizadas en el discurso digital. Veremos las prácticas discursivas que enlazan el mundo virtual, el físico, el local y el global en las redes sociales, así como las nuevas relaciones entre diferentes géneros discursivos alojados en las mismas plataformas.