ABSTRACT

Una caracterización general de la prefijación en español puede resumirse en los siguientes aspectos:

La prefijación es un proceso morfológico a través del cual se forma una nueva palabra al añadir un prefijo a una base: in-creíble, des-tapar, re-guapo, super-interesante, ante-penúltimo, pos-guerra, multi-propiedad, re-leer, co-dirigir.

Los prefijos españoles se relacionan con preposiciones latinas (super-viviente, sub-título) o griegas (hiper-tenso, hipo-tenso), adverbios (cuasi-creyente), adjetivos (micro-cosmos, seudo-científico), y cuantificadores (uni-familiar, bi-mensual).

La prefijación es un proceso derivativo (como la sufijación) y difiere de la composición porque, en principio, los prefijos no parece que puedan funcionar aislados (frente a lo que ocurre con los constituyentes de un compuesto). Prefijos como pos-, tri- o re- no pueden aparecer desligados de las bases sobre las que se aplican, a diferencia de lo que ocurre en la composición (La camiseta era rojiblanca, La camiseta era roja, La camiseta era blanca).

Resulta problemático diferenciar los prefijos de los denominados “temas grecolatinos”, “temas cultos” “seudoprefijos” “prefijoides” o “elementos compositivos”, como filo- cardio- o hidro-. Ambos (prefijos y temas grecolatinos) se diferencian por su distinta distribución: un prefijo puede adjuntarse solo a palabras (des-tapar, des-enganchar) y no directamente a sufijos como sí pueden hacer los temas grecolatinos (*des-al, *des-ción, cardiaco, hídrico); tampoco pueden unirse los prefijos directamente a otros temas grecolatinos —salvo excepciones: megalito, seudópodo—, distribución que sí permiten los temas grecolatinos (cardiología, hidrofobia). Los prefijos siempre se colocan delante de la base, mientras que los temas grecolatinos pueden aparecer en posición inicial (filocomunista, cardiología, hídrico) o en posición final (bibliófilo, miocardio, anhídrico). No obstante, no siempre resulta fácil diferenciar unos de otros y, de cara a la enseñanza-aprendizaje de ELE, la delimitación exacta no resulta de gran interés didáctico. Nos ocuparemos específicamente de esos “temas cultos” en el apartado 9.3. Compuestos con temas grecolatinos. 133

No parece que los prefijos puedan cambiar la categoría de la base sobre la que se adjuntan: seleccionar (verbo) > preseleccionar (verbo), mensual (adjetivo) > bimensual (adjetivo), crédito (sustantivo) > descrédito (sustantivo). Por lo tanto, un prefijo no dará indicaciones sobre cuál es la categoría gramatical: el prefijo re- no indica si la palabra creada con él será sustantivo o adjetivo o verbo; mientras que un sufijo como -ción o -miento marcará a la palabra sufijada como sustantiva. No obstante, hay algunos casos en los que, por lo menos aparentemente, algunos prefijos sí parecen cambiar la categoría de las bases sobre las que se aplican: así, gas y mando son sustantivos pero sus derivados parecen funcionar como adjetivos en máscara antigás y grifo monomando.

Algunos prefijos pueden usarse de manera recursiva (super-superinteresante, anti-antimisiles, pro-proecologistas), comportamiento vedado a los sufijos, incluso a aquellos que pueden no cambiar la categoría de la base (alumno > alumnado > *alumnado-ado, enfermo > enfermizo > *enfermizo-izo).

Los prefijos pueden combinarse entre sí en ciertas ocasiones aunque de manera limitada y sometida a restricciones semánticas: re-ex-portar, anti-extra-parlamentario, pro-in-migrantes, archi-super-famoso.

Debido a su situación a la izquierda de la base, los prefijos tienen una cierta independencia fonológica e incluso ortográfica (ex teniente general, anti pruebas de acceso a la universidad), algo imposible en el caso de los sufijos (* leal tad, * camion cillo). Como reflejo de esta cierta autonomía, algunos prefijos pueden aparecer desligados de su base en estructuras coordinadas: campañas pre y poselectorales, argumentos anti y pronucleares. En raras ocasiones, pueden llegar a independizarse y dejan de funcionar como tales prefijos: El Real Madrid jugó realmente súper ; Con lo ganado en la lotería, me permitiré algún extra en el verano; Protesta siempre por todo: es muy anti .

Los prefijos suelen mantener su forma de manera mucho más estable que los sufijos, de modo que incluso se conservan íntegros cuando se unen a una palabra que comienza por la misma vocal por la que acaba el prefijo: preescolar, coorganizar, semiirregular. En algunos casos, sin embargo, el prefijo puede verse alterado en su forma: in-comprensible, i-rreal; con-catenar, co-lateral.

Por razones histórico-diacrónicas, varios prefijos presentan una variante culta y otra popular: inter-/entre-, post-/pos-, super-/sobre-.

Con cierta frecuencia, una misma forma prefijal puede tener diferentes significados: des- puede indicar “privación” (desbravar), “negación” (desaprovechar), “reversión” (desenchufar), etc.

Muchos prefijos pueden adjuntarse a bases de distinta categoría (super-poner, super-divertido, super-lejos, super-maratón), hecho mucho menos frecuente en el caso de la sufijación. Sin embargo, algunos prefijos suelen especializarse para una determinada categoría: por ejemplo, como las acciones pueden revertirse o pueden repetirse, el prefijo reversativo des- y el prefijo reiterativo re- se adjuntarán a verbos o a derivados deverbales (desencuadernar, desembarque; reencuadernar, reembarque).134

Aunque resulta difícil hacer generalizaciones globalizadoras sobre la rentabilidad de los prefijos españoles, podemos señalar entre los más productivos: anti-, auto-, contra-, des-, ex-, hiper-, in-, inter-, macro-, meta-, micro-, multi-, neo-, pre-, post-, pro-, re-, seudo-, semi-, sub- y super-.